Partido de pelota empatado a 3 carreras,
entrada número 12. Anderson Hernandez era el bateador con corredores en primera
y segunda, conteo de 3-2. Anderson conectó rodado que pasó al tercera base de
los Gigantes (Juan Francisco, lo conocen?) y el resto… es historia. Luego de un
error de Caonabo Cosme en el jardín izquierdo, Ronnie Belliard anotó la carrera
que llevó a los Tigres del Licey a conquistar su corona número 20 (no entraremos
en el tema de cantidad de campeonatos). Algunos recordamos este momento como si
fuera ayer, sin embargo ya han pasado 4 temporadas desde este momento. En estas
4 temporadas el Licey ha logrado avanzar al Round Robin en 2 ocasiones, sin
conseguir un pase a la serie final. En las otras 2 ocasiones, ha sido digno
merecedor del último puesto. Lo que nos lleva al tema de hoy: un vistazo al
desempeño en la ofensiva y el picheo de los Tigres del Licey en estas últimas 4
temporadas que no ha logrado llegar a la Serie Final. Nos enfocaremos solamente
en la Serie Regular para hacer un comparativo del desempeño.
Como sea, aquí está para que revivan este momento:
Recordar
es vivir y más cuando se recuerdan momentos como esos (you're welcome). Pero como les decía, en
el día de hoy vamos a evaluar el desempeño de los Tigres del Licey en
diferentes renglones del juego y divertirnos un poco con las estadísticas. La
finalidad de este ejercicio no es predecir el futuro. Luego de ver las estadísticas
entenderán porque. Este ejercicio es sencillamente para ver cuáles fueron los
puntos fuertes y débiles que ha tenido el equipo en estas últimas temporadas,
de cara al inicio de la temporada 2013-2014 que comienza con grandes aires de
optimismo dentro de la fanaticada azul.
El primer cuadro que observaremos es el de
carreras anotadas vs carreras permitidas.
Me puedo vestir de científico de la NASA y
decirles que en beisbol el equipo que anote más carreras es el que gana el
partido, pero me ahorrare el comentario. Considerando eso, no debe
sorprendernos que las dos temporadas en que el promedio de carreras permitidas
del equipo ha superado las carreras anotadas hayan sido las dos temporadas que
el Licey no ha logrado clasificar al Round Robin. Peor aún, han quedado en
último lugar. ¿Pero que otra posición se merece un equipo que promedie más de 5
carreras por juego? Algo interesante sobre esta gráfica es que podemos observar
como el mejor año ofensivo del Licey se juntó con el peor año en materia de prevención
de carreras. ¿Pero qué decir de la temporada
2010-2011? Los fanáticos no solo tuvimos que soportar un equipo permitiendo
todas las carreras del mundo, pero un equipo con una ofensiva totalmente anémica.
A todos los que asistíamos regularmente al estadio en esa época todavía hoy en
día deberían darnos descuentos en las entradas del Play, o quizá dedicar un día
especial para nosotros como agradecimiento. Está de más decir que esa temporada
ha sido la de menos cantidad de victorias para el equipo durante el periodo
observado.
Sin embargo, quiero que observen esta gráfica y
la comparen con la que sigue:
¿Notan la correlación que existió entre la
cantidad de bases robadas del equipo y la cantidad de victorias? Ojo, no digo
que robar base es la garantía para las victorias, pero si abre un debate sobre
la importancia de tener un equipo veloz, atlético y que provoque situaciones en
nuestra liga. Estoy claro que esto fue más coincidencia que otra cosa… al menos…
eso creo. Pero vamos añadir más leña al fuego, que tal si les digo que las dos
temporadas donde el equipo conectó más cuadrangulares fueron las dos temporadas
donde el equipo quedó fuera del dinero:
Tranquilos, nuevamente les digo… estas son
raras coincidencias. La temporada pasada, el equipo que conectó 35
cuadrangulares se quedó a un solo juego de clasificar. Pero sé que muchos tendrán
curiosidad sobre esto. La muestra como sea es muy poca (y conseguir información
histórica de nuestra pelota es muy, pero muy difícil a no ser que año tras año
lleven su hojita de Excel como hacemos algunos... y si, es una queja por si no
lo pudieron determinar) y repito no estamos queriendo decir nada. Es un análisis
de lo pasado, no estamos ni vamos a tratar de hacer una inferencia sobre el
futuro. Pasemos a ver el comportamiento del AVG y OBP del equipo:
Podemos observar que se ha mantenido hasta
cierto punto constante y a diferencia de los gráficos anteriores no guarda relación
con la cantidad de victorias ni la posición final del equipo. Viendo esto de
una forma juego a juego, aquí vemos cuantos hits por partidos promedio el
equipo durante las ultimas cuatro temporadas:
Como pudieron observar en el gráfico de
cuadrangulares, el equipo de la pasada temporada fue el que más poder mostró y
al observar el porcentaje de los hits que fueron extra base durante las
temporadas podemos confirmar sin lugar a dudas que este equipo fue el más “slugger”
de todos.
Algo a resaltar también es que el equipo del
2009-2010 fue el que más bases robo y el que tuvo menor porcentaje de hits que
fueron extra bases del equipo. De los cuartos, se desempeñaron más como “alitas
cortas” en comparación a los “sluggers” y fueron el que mayor éxito obtuvo en
la serie regular.
Otro dato curioso se presenta con el siguiente
gráfico:
Pensaríamos que el equipo que conectó más cuadrangulares
se poncharía con más frecuencia. Pues no, en esta gráfica podemos observar que
el equipo de la temporada pasada se ponchaba el 18.66% de las veces, mejorando
su porcentaje del 2011-2012 que fue de 21.59%. El equipo de la temporada
2009-2010, de cariño “los alitas cortas” de este ejercicio”, fueron los que más
pelotas en juego ponían. Fueron los que en menor proporción se poncharon pero también
los que en menor proporción negociaban bases por bolas. Se podría concluir que
este equipo tenía la mayor tendencia a lo que conocemos como “crear situaciones”,
lo que los llevó a las 28 victorias. Por último, la tendencia a negociar base
por bolas fue subiendo año tras año, mientras los ponches fueron mejorados en
la última temporada. Esa es una buena señal y ojala sigan ese curso.
Vista la ofensiva, pasemos ahora a ver el
desempeño de los lanzadores. Antes de, estamos de acuerdo muchos en lo
insignificante que son las victorias para medir el desempeño de un lanzador. También
estaríamos de acuerdo en que hay mejores indicadores que el promedio de
carreras limpias permitidas por cada 9 entradas lanzadas (conocido como
efectividad o ERA). Pero como mencione, las estadísticas en nuestra pelota son difíciles
de conseguir y BeisbolData solo tiene 2 temporadas. Así que nos mantendremos en
los indicadores básicos y fáciles de sacar “a manita Perez”. Dicho esto,
comenzaremos por ver el desarrollo de “la efectividad” durante estos años:
¿Cómo pasamos de tener el mejor picheo de la
liga en el 2011-2012 al fiasco de la temporada pasada? Una de las razones por
la cual es difícil proyectar nuestra liga es la inconsistencia del personal.
Durante el 2011-2012 teníamos a Francisley Bueno, Hector Noesi y Hector
Santiago “metiendo mano”. La temporada pasada sin embargo observamos como a Chad
Bell, Daniel McCutchen y cualquier ser vivo que respirara y se parara en la
lomita con un uniforme del Licey “le metían la mano”. Siendo justos, en el
último cuarto de la temporada los numeritos del picheo mejoraron un mundo
gracias a las actuaciones de Julio Teheran, Alfredo Figaro, Yohan Flande, Juan
Carlos Cruz, entre otros. Pero nunca dejare de resaltar que el “MVP” de nuestro
picheo, nuestro lanzador más consistente fue Juan Cedeño, quien siendo
relevista lideró el equipo en entradas lanzadas con 28.2 (si, si, Teheran tiro
30.2 pero vamos a darle la ventaja al relevista, ustedes entienden).
El movimiento principal de la temporada muerta
va relacionado con este próximo gráfico. Aunque los partidos salvados dependen
mucho del desempeño general del equipo, la adquisición de Jairo Asencio busca
subir ese número de la última temporada:
Para los que sufrimos mucho con la defensa y la
pobre capacidad de convertir batazos en outs de nuestra defensa, aquí esta una relación
con el porcentaje de las carreras permitidas que han sido limpias para nuestro
picheo:
Este cuadro muestra la ineficiencia de nuestro
picheo en general la temporada pasada y lo bien que estuvo la temporada antes
de eso. Las primeras dos temporadas fueron muy a la par. En los próximos dos
cuadros veremos la evolución de los ponches por cada nueve entradas lanzadas y
las bases por bolas. También la relación entre el WHIP y los hits permitidos
por cada nueve entradas lanzadas.
Como es de esperarse en el último cuadro
observamos cómo están relacionados la cantidad de hits permitidos con el WHIP,
ya que los hits llevan el mayor peso proporcional en la conformación del WHIP.
En conclusión, para esta temporada tendremos
gran parte de los jugadores que formaron ese equipo que promedio casi 5
carreras por juego, incluyendo varios refuerzos que van a repetir. La clave
está en conseguir que el picheo y la defensa respalde ese equipo ofensivo que en
general realizó una gran labor la pasada temporada. Sin embargo, como pueden observar,
estos números son altamente inconsistentes. Por esta razón les comencé diciendo
que este ejercicio no era para proyectar desempeño. Pero es bueno resaltar que
la gerencia ha hecho una prioridad mejorar ese pobre desempeño del picheo y la
defensa (prevención de carrera) lo que nos debe dar razones de optimismo y
entusiasmo para este inicio de temporada.
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