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13 de junio de 2015

Tácticas de guerra y el factor "G" de los Warriors

“Les mentí”.

Ésta fue la respuesta de Steve Kerr al momento de dirigirse a la prensa después del cuarto partido de la serie final de la NBA y ser cuestionado sobre los cambios que realizó a la rotación del equipo.

La mentira consistió en haberle dicho a la prensa “antes” del partido que no realizaría cambios en la rotación. Su razonamiento, a mi entender, me parece bien justificado y es algo que no debe sorprender a nadie:
"… si les digo la verdad sería el equivalente de tocar en la puerta de David Blatt y decirle “mira, esto es lo que vamos a hacer”. Pude haber evadido la pregunta, lo que habría comenzado todo un fenómeno en twitter sobre ¿Quién jugara por los Warriors? Y también podía mentir al respecto. Así que les mentí."
De manera directa, Steve Kerr le pidió excusas al reportero Tim Kawakami, quien cubre a los Warriors para el Mercury News en San José, California.
Dicen que “en el amor y la guerra todo se vale”, así que con su equipo debajo en la serie, enfrentando la presión de un colapso histórico y siendo públicamente criticado por estar debajo de David Blatt en cuanto a estrategias en la serie, Steve Kerr recurrió a todos los trucos.

Sin embargo, su mejor estrategia para el partido no fueron los ajustes realizados en cancha ni en las conferencias de prensa. La mejor estrategia que empleó Steve Kerr en la noche se llamó… Confianza.


Confianza en sus instintos, confianza en sus jugadores, y sobre todo… confianza en su equipo de asistentes.

I lie, I cheat... I steal wins at Cleveland

La idea de realizar los cambios en la rotación vino de uno de sus asistentes, Nick U’Ren de 28 años, que su principal trabajo consiste en editar videos y otros trabajos misceláneos para el equipo. Sin embargo, luego del juego número 3 en que los Warriors fueron derrotados, U’Ren se pasó la madrugada estudiando el juego número 3 de la serie final pasada entre los Spurs y Miami, y observó que el principal ajuste de Greg Popovich fue colocar a Boris Diaw en el quinteto abridor. El resultado fue tres palizas consecutivas a Miami y el campeonato número 5 de los Spurs con Popovich. La historia sobre cómo sucedió nos la comparte Lee Jenkins de Sports Illustrated aquí.

En resumen, la idea planteada fue sustituir a Bogut en el quinteto abridor en favor de Andre Iguodala, quien ha sido el principal defensor de LeBron James y la principal arma de Golden State viniendo desde la banca, dándole a Golden State otro jugador capaz de organizar y distribuir el balón. Esto les daría otro playmaker desde el inicio del partido, considerando que en los tres partidos anteriores habían encestado 19, 20 y 20 puntos respectivamente en el primer cuarto de los partidos anteriores. Con todo lo que estaba en juego, los Warriors no podían darse el lujo de volver a jugar desde atrás. No con el mejor jugador de la liga, LeBron James, controlando el flujo del juego cómo lo había logrado hasta ese momento. Debían atacar desde el inicio y tratar de acelerar el flujo del partido a un ritmo que le permitiera más libertades a la ofensiva.

Aparte de esto, el ajuste buscaba sacrificar tamaño por velocidad. Con un quinteto abridor más rápido, les daba la oportunidad de rotar mejor a la defensa y ayudar más al defensor de LeBron James. También buscaban presionar a LeBron para que no realice ofensiva a su tiempo, ya que en los primeros partidos estaba eligiendo cómodamente sus puntos de atacar y el tiempo de ataque.  Que busque más a sus compañeros y que estos tengan más responsabilidad a la ofensiva. Contrario a la estrategia inicial que era neutralizar el apoyo de LeBron, ahora es bienvenido. Ésta imagen del grupo de SB Nation lo explica todo de una manera muy gráfica:



Pero no se equivoquen. La serie no está empate por culpa de la defensa de los Warriors. Con todo y LeBron James promediando 40 puntos por partidos y un triple doble en esos primeros tres juegos, en general la ofensiva de Cleveland no mostraba un desarrollo efectivo.

El interés de los Warriors en este cambió es pensando en los efectos en su ofensiva. Un juego más movido ayuda a meter en juego a su principal jugador Stephen Curry, pero principalmente al resto del equipo.

Y el plan fue ejecutado de manera perfecta. Estos movimientos lograron que Golden State por fin contara en esta serie con su “Factor G”…

Draymond Green.

Cómo les mencioné en escritos anteriores, Draymond Green fue durante toda la temporada una de las razones principales para el éxito de los Warriors. Lo que aporta a nivel de flexibilidad en la cancha es difícil de contrarrestar para la oposición. Sin embargo, en la serie final no había sido factor… hasta el juego número 4.

“I’m back” proclamó Draymond Green mientras volvía a la defensa luego de encestar un triple.



Y los Warriors también. Al menos por una noche.

Los Warriors con Draymond Green de Centro, un gigante de 6’6” de estatura (sarcasmo incluido, por si no se la llevaron), le dieron toda clase de problemas a la defensa de los Cavaliers desde el inicio. Por primera vez en toda la serie, los Warriors encestaban más de 20 puntos en el primer cuarto y estaban arriba en el marcado al finalizar un cuarto. En. Toda. La. Serie. Lean eso nuevamente y piensen lo que eso significa.

Aunque los malos hábitos volvieron a mitad del partido, principalmente en el tercer cuarto, al final los Warriors aprovecharon lo que todos imaginábamos pasaría en algún momento… los Cavaliers se iban a desgastar físicamente. Este equipo más rápido en cancha puso a trabajar un equipo que, con una rotación bien corta, estaba sobre trabajado en los últimos 6 días con 3 partidos bien intensos de serie final. Una serie donde se han tenido que emplear al máximo de sus capacidades mentales y físicas (no se pierdan, Cleveland a nivel mental ha estado enfocado en sus estrategias como los mejores) finalmente les salió el cansancio. Golden State los invitó a correr el maratón sabiendo que al final tendrían la ventaja.  

El resultado fue el primer partido decidido por más de 10 puntos en la serie. Y muchos problemas para los Cavaliers que necesitaban defender su casa para mantenerse con chances en esta serie.

Pero veamos el impacto de un Draymond Green efectivo:

Con Green jugando como Centro, los Warriors tiraron para un 55% de campo y un 43% (21-9) de tiros de tres. Promediaron 119 puntos por 48 minutos jugados, en comparación a promediar 82 putos por 48 minutos jugados cuando otro jugador estaba como el centro del equipo. El rating ofensivo de los Warriors con Green en cancha fue de 124.2. En toda la serie final, el rating es de 103.2 jugando la mayoría de sus minutos como delantero de poder. Es decir, en el juego que utilizan a Green como su Centro principal los Warriors fueron 21 puntos mejores a lo que ha sido la media en la serie completa.

¿Cómo se manifestó este impacto de Green? Green estuvo más eficiente a la ofensiva, con un porcentaje de campo efectivo de 59% cuando en la serie en general ha sido de 37%. Muy significativo. Pero la sorpresa fue ver a un Green sirviendo más como repartidor. En el juego número 3, David Lee causo un impacto con sus habilidades de poner cortinas, atacar el aro y mover la pelota. Green tomó una página de su libro y tuvo un asombroso 29% de porcentaje de asistencias en los tiros de campo de sus compañeros mientras estaba en cancha. Durante la serie ha sido de 15%.

Todo esto se combinó con el gran juego de Andre Iguodala (mi MVP de la serie hasta ahora, si gana Golden State) y un juego solido aunque no espectacular de Stephen Curry. Recibieron aportes también de la banca con 9 puntos de David Lee y 7 de Shaun Livingston, este último teniendo un impacto muy positivo a la defensa y en la distribución de la pelota a la ofensiva. Con Livingston en cancha los Warriors sobre anotaron por 25 puntos a los Cavaliers, el mejor diferencial de todos los jugadores en el partido. 



Desapercibido pasó que Klay Thompson sólo encestó 9 puntos, pero así de distribuida estuvo la ofensiva de los Warriors. Y cuando juegan de esta manera, son un equipo capaz de ganar 67 partidos durante la serie regular de una temporada (¿vieron lo que hice ahí?).

La estrategia tuvo como desventaja el control de los rebotes ofensivos por el equipo de Cleveland, quienes tienen un porcentaje de rebotes ofensivos en la serie de 26% y subió a 29% en el partido cuatro. Aunque Golden State debe y puede hacer un mejor trabajo en los rebotes defensivos, Cleveland seguirá consiguiendo estos rebotes. Por esta razón lo que se recibe con la rotación pequeña y rápida supera, hasta ahora, lo que les resta.

Por ahora sólo nos queda esperar el quinto juego de la serie para ver que ajustes realiza Cleveland para contrarrestar… el Factor G de los Warriors.

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