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5 de junio de 2015

Juego No. 1 Serie Final de la NBA

El sueño de todo jugador profesional de baloncesto es llegar a la NBA. Pero eso no es suficiente, el sueño incluye llegar a la final y estar en la tarima al final de la temporada mientras el comisionado de la liga le entrega el trofeo de campeón a tú equipo. Mientras muchos cumplen con la primera parte, la segunda alude a la gran mayoría. Nosotros como fanáticos no entendemos el sacrificio y lo que conlleva para que un jugador este activo en esta fecha del calendario y no en su casa viendo los juegos por televisión. Eso habla de la grandeza de LeBron James, quien ha asistido 5 veces a las finales. Muchas estrellas del pasado (Patrick Ewing, Charles Barkley, Karl Malone, John Stockton, etc) llegaron a las finales pero no lograron completar la meta. Sus chances fueron pocos (contrario a LeBron) lo que indica que jugar a estas alturas es un honor y privilegio. Por esta razón, la escena al final del primer juego de la gran final de la NBA 2015 me rompe el corazón.


Sí, estoy hablando sobre Kyrie Irving.

Llegar a este punto y que tu cuerpo sencillamente te diga “no puedo más” es difícil. Peor aún cuando estás en el punto de, no estoy suficiente malo como para no jugar pero tampoco lo suficiente bueno para ser efectivo. Lo que ha hecho Irving en estos playoff es digno de admiración y respeto. Muchos otros jugadores ya hace rato hubiesen cerrado esta temporada. Pero no Kyrie. No con todo lo que hay en juego y el sabiendo que, como comente en el primer párrafo, llegar a este punto es todo un privilegio y honor que no se sabe cuándo se puede repetir. Kyrie Irving está haciendo lo posible tanto por su equipo como por el mismo. Estas oportunidades son de oro y hay que aprovecharlas. Sin embargo, quizá ha llegado el momento en que el joven jugador estrella comience a pensar en el futuro. Con 23 años y el prospecto de estar en el corto plazo junto al mejor jugador del mundo, el futuro promete. Pero no lo culpo por agotar hasta la última instancia. Después de todo, nadie quiere terminar su carrera y estar en el grupo de las estrellas pasadas que mencione.



Antes de hablar del gran partido, quise iniciar dándole mis respetos a Kyrie Irving, una de las sorpresas de la noche. Nadie se imaginaba que Kyrie iba a tener el partido que tuvo. Quizá ni el mismo se lo esperaba. Pero por 4 tiempos, fue la mano derecha que necesitaba LeBron James. Y mejor aún, nos tomo fuera besa mostrando habilidades defensivas que creo, sin temor a equivocarme, nunca había mostrado en su carrera. Entrando a esta serie la pregunta era ¿a cuál de los Splash Brothers defenderá Shumpert? Asumiendo que el otro comería con su dama con Kyrie defendiéndolo. Pero nos mostró lo contrario. A todos nos llego al corazón el verlo caer en el tabloncillo. Ojala se recupere, ya que sin él esta serie toma un color no muy agradable para Cleveland.

En este primer juego, vimos como lo mejor del Este le daba con todo lo que tenía a lo mejor que tiene que ofrecer el Oeste. Durante 48 minutos fue una batalla de posesiones, jugadas y estrategias. LeBron James estuvo a niveles que nunca lo habíamos visto, totalizando su mayor cantidad de puntos en unas finales con 44. Cleveland llego a los últimos segundos del partido con todos los chances de ganar. Stephen Curry, aunque terminó con una buena línea, no estaba como el Curry acostumbrado de series anteriores. Todo parecía estar a favor de los visitantes dar el primer golpe. Estuvieron así de cerca de ganar el partido…


Pero no fue suficiente. Los Golden State Warriors sacaron una victoria de las que los equipos campeones saben sacar. Esos partidos donde no juegas a tu altura pero haces lo necesario para estar ahí y ante cualquier descuido aprovechar y sacar de abajo. Sin restarle crédito a los Cavaliers pero, en mis ojos, dieron el mejor golpe que tienen en este partido y Golden State lo supo absorber. Y ese es el problema que enfrentan los oponentes contra este equipo de Golden State: no hay ventaja cómoda contra ellos. Los días que parte de sus jugadores principales son anulados o tienen mal partido (ver Draymond Green y Klay Thompson) tienen las opciones para cubrir el hueco (ver Andre Iguodala y Marresse Speights). Este juego se resumió básicamente en la profundidad de Golden State (10 jugadores anotaron por lo menos 1 punto y 9 de ellos por lo menos 4; en contraste, los Cavaliers tuvieron 6 jugadores en total que anotaron por lo menos 1 punto) y su estrategia a la defensa.

Sobre la profundidad se puede hablar mucho pero es obvio que los Cavaliers van en desventaja. Pero vamos analizar la estrategia de defensa de los Warriors. Suena más simple de lo que fue:

“Dejar que LeBron James sea LeBron James y neutralizar el resto del equipo”

Lo increíble de esto es que LeBron es tan bueno, que aún llevando casi toda la carga ofensiva le gana este partido a los Warriors. Este es el riesgo. Sin embargo, es la mejor manera que tiene los Warriors para vencer a los Cavaliers. Steve Kerr y su equipo hicieron su tarea y analizaron a un equipo que jugaba un estilo parecido al de ellos pero con menos talento y anotaron todos los errores que comentieron frente a los Cavaliers. Este equipo siendo los Atlanta Hawks. Los Hawks lanzaron doble cobertura tras doble cobertura para tratar de detener a LeBron, menospreciando las habilidades de pasar la pelota que tiene. Obviamiente, los castigo de manera tal que cuando no encestaba encontraba el hombre solo detrás del arco tomando un disparo de alta proporción, y en la gran mayoría de los casos encestándolo. Los Warriors no vinieron con esta idea, amén de que están mejor equipados en cuanto talento para tratar de defender hombre a hombre a LeBron, la idea fue “que nos gane LeBron, no Matthew Dellavedova”. Para el momento del partido en que ya un gastado LeBron James comenzó a buscar sus compañeros, los defensas de los Warriors los tenían bloqueados todos y ninguno estaban en ritmo. Y por sus 44 puntos pasó desapercibido la gran labor que hizo Andre Iguodala defendiéndolo. Ante su defensa, LeBron tiró de 14-4 de campo (28.6%) mientras que contra otro defensor tiró de 22-12 (50%).

Pero esto no es todo. La idea no era sencillamente dejar que LeBron haga una fiesta de canastos en el juego. Golden State también, inteligentemente, dictó “que tipos de canastos” le daban a LeBron. De sus 38 disparos, 22 fueron fuera de la zona pintada y encesto 7 (31.8%). Dentro de la zona pintada, si las matemáticas no nos fallan, LeBron tiró de 16-11 (68.7%). Si observan la serie frente a los Hawks y la actuación de LeBron en los playoffs en general, se darán cuenta que LeBron quemo a los Hawks dentro de la pintura y que LeBron está teniendo quizá su peor post temporada tirando desde el perímetro. Los Warriors hicieron que LeBron tomara más tiros de fuera y sobre todo que los tiros en la pintura fueran lo más lejos posible, plantando un defensa siempre entre el aro y LeBron.  Pero no me crean a mí, solo vean las estadísticas: durante la temporada y las primeras tres rondas de los playoff, LeBron James había tomado el 42% de sus tiros de dos a una distancia de 0 a 2 pies del aro. ¿En el primer partido de la final? Solo el 3% de sus disparos fueron en esta distancia. La mayoría de sus disparos en el primer juego vinieron de 15 a 17 pies del aro, según SportsVU de NBA.com, para un 20% de sus disparos. En la serie regular y los playoff, su porcentaje de disparos en esta distancia fue de 11%.

Sencillamente, la defensa de los Warriors entró al juego con un plan y lo ejecutaron a la perfección. Haciendo las cosas mejor fue que el resultado final les favoreció ya que, como mencione anteriormente, LeBron James es lo suficientemente bueno como para ganarte un partido como este. Sin embargo, para los próximos partidos, los ajustes que deberá hacer Cleveland es buscar la forma de limpiarle el camino a LeBron James para que llegue más profundo en la pintura, reducir sus tiros de media distancia y lo más importante, agregar 2 o 3 opciones más a la ofensiva.

Los puntos críticos de la serie, como les comenté en el análisis de la misma, son los rebotes y los tiros de tres. Les dije que para Cleveland es vital controlar los rebotes e hicieron una gran labor en el primer juego, sin embargo, los Warriors terminaron ganando la batalla de los rebotes 48-45. Contrario a los rivales anteriores, les comenté que los Warriors se la iban a poner difícil a los Cavaliers. Durante el primer cuarto, donde los Cavaliers sacaron ventaja de 10 puntos (29-19), dominaban los rebotes 17 a 7. Por los próximos cuartos y el tiempo extra, Golden State controló los rebotes y el juego.

Del lado de los tiros de tres, al nautralizar las demás opciones con las estrategias que comente anteriormente, los Cavaliers tiraron para un 29% detrás del arco. En los playoffs,  antes de este partido, venían promediando 38% en esos disparos y encestaban más de 10 por encuentro. En este primer juego los Warriors los limitaron a solo 9 en 31 intentos. El rating ofensivo de los Cavaliers, que estaba en 108 durante los playoffs, por el primer juego bajo a 98.7, que va a la par con el rating defensivo de los Warriors en esta post temporada. Sin embargo, el rating ofensivo de los Warriors fue 109.4, superando por 2 puntos por cada 100 posiciones su rating de los playoffs que estaba en 107.

Los Cleveland Cavaliers tienen un muy difícil match up frente a estos Warriors, que por alguna razón ganaron 67 partidos “en el oeste” esta temporada. Con la lesión de Kyrie Irving y la incertidumbre de su estatus, las cosas no lucen bien. Pero como mostró en el primer partido, no se puede contar fuera al mejor jugador del mundo. Los Warriors deben buscar mantener la ventaja de la casa a toda costa y no darles un segundo aire a Cleveland con dos partidos la semana que viene en su casa.

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